La emoción juega un gran papel para la preparación de cualquier estudio; o en este caso, de las oposiciones. Es común que los opositores tengan un buen o mal día según vayan avanzando en su sesión de estudio. Sin embargo, hemos encontrado un tema que puede interesar a toda persona que esté preparándose una oposición, ya que permite identificar, aprender y dominar al cerebro. Nos referimos a la inteligencia emocional .

El psicólogo Daniel Goleman, es la persona que implantó esta teoría para ayudar a las personas tanto en la vida diaria como profesional gracias a su libro ‘‘Inteligencia Emocional (1995) ’’. Actualmente, ofrece conferencias a grupos de profesionales. Un dato curioso de Goleman, es que, en un principio, trabajaba en el New York Times como periodista informando sobre la ciencia del cerebro y su comportamiento.  

 

La inteligencia emocional

 

Se puede resumir en pocas palabras que la inteligencia emocional es el control de las emociones para lograr el éxito. Este tema abarca los siguientes puntos: el autoconocimiento, el autocontrol, la automotivación y el reconocimiento. Todas estas definiciones se van a referir a las emociones. No obstante, en este post, hablaremos sobre la automotivación; ya que, gracias a ella, se podrá lograr una mejor rutina de estudio.

La automotivación va enlazada a los objetivos que quieres lograr y a las emociones.  ¿No te has dado cuenta que cuando estudias y te sientes motivado pensando que podrás dominar el tema, almacenas mejor la información en tu cabeza? Esto ayuda a que toda la atención se centre en la meta y no en los obstáculos. Hay que recordar que, este punto nos ayuda a saber cómo motivarnos a nosotros mismos para lograr la automotivación.

Si un día sientes que tienes una mala jornada en tu preparación, puedes aprovechar y poner en práctica el auto-motivarte. Así, poco  a poco,  aprenderás  a no enfrascarte en los obstáculos y poder mejorar el ánimo en cuestión de algunos minutos.

 

Es importante…

 

No olvidar que lo esencial es motivarnos centrándonos en la meta, olvidando todos los obstáculos. En esos momentos en que aparezcan las llamadas ‘‘preocupaciones’’, es el momento ideal para tranquilizarnos y pensar en todos los objetivos a cumplir.  Ya verás que, poco a poco, podrás dominar tu cerebro.